LA ADOLESCENCIA DUELE
Después de varios días sin salir de su habitación,
Adrián fue hacia la casa de jorge, su amigo del alma. Fue por decisión propia,
ya que sabia que el, podía tener la pieza que le faltaba a su rompecabezas de
1000 piezas, ese que alguna vez habían armado juntos en casa de Jorge.
Adrián era un obsesivo en cuestiones lúdicas,
era una persona introvertida, temerosa y era de esos que en su cuarto, además
de cama, mesa de luz, PC, Play y Televisión, tenían juguetes a montones, Rastis
a cucharadas, juegos de mesa a roletes y rompecabezas chicos y grandes que
ocupan el interior completo de un placard incrustado. Tenia un buen pasar
económico, gracias a sus padres, dueños de una importante fabrica de productos
de plástico y era dueño de unos 19 años que llevaba con total soltura y
desolación. Con la secundaria ya consumada, el solo le dedicaba tiempo a los
juegos de su habitación.
Toca el timbre en lo de Jorge y lo atiende la
chica que limpia.
- Hola Adrián!
– Dijo la chica, alegre.
- Hola -
respondió.
Cristina hizo su cuerpo hacia
un costado, y el captando el mensaje, dio el primer paso hacia el interior del
living.
- Subí, Jorge está en su
cuarto, ojo, esta con Clarita – Comento
Cristina con tono cómplice.
Adrián se asomó al pié de la
escalera. Como cuidadoso. Sin querer interrumpir. Con su pierna derecha trepo
dos escalones y mientras se agarraba de la baranda con su mano izquierda gritó:
- Jor..!!!
- Desde
su lugar, Adrián pudo escuchar un ruido fuerte, como si al piso hubiera caído
una silla o algo así, y volvió a gritar:
- Jor…!!!.
-¡Si!,
ya bajo!!!
– Respondió Jorge con vos alta, fuerte y varonil
¿Que había pasado?, en esos
segundos desde que Jorge respondió hasta que bajó, Adrián pudo hacerse varias
preguntas, cosas que hasta acá, nunca se había preguntado, como por ejemplo, ¿A
que juego estarían jugando Clara y Jorge? ¿Por qué no le dijo subí, en vez de
ya bajo? ¿Qué juego sería tan divertido como para jugarlo de a dos sin un
tercero que altere la situación con comentarios disparatados? Y la ultima y la
mas resonante en su cabeza fue ¿estarán jugando estos dos?
Fue ahí cuando llegó Jorge,
en su casa tenían loza radiante, así que bajó de esa habitación en cueros, con
un Jean que dejaba ver el elástico de su boxer blanco y en medias del mismo
color que el boxer. Entonces, Adrián supo responderse, quizá la menos
imaginada, pero si la más acertada de sus preguntas y entendió que ellos dos,
no estaban jugando, al menos, con Rastis, Rompecabezas, Juegos de mesa o
juguetes. Entonces, se sintió mal, se sintió molesto y hasta un poco celoso,
por su amigo, y por ahí también, por la situación.
-Que haces nene, no me
avisaste que venias – Reclamo Jorge
sorprendido,
-Si es verdad, yo tampoco sabía
que iba a venir – Respondió Adrián
-¿Que pasó? Estoy con Clara
arriba, sos corta mambos eh…
Jorge le hablaba a Adrián de
tal manera, que parecía enojado, pero en realidad, el no se enojaba por eso,
incluso Clara, no era nada para el, así que por eso no se hacia problemas.
El problema se lo hacía Adrián,
que conocía a Jorge desde los tres años casi. Compartiendo todo el jardín, la
primaria y la secundaria, pero parecía
no conocerlo. Adrián logro salir de la situación, diciendo que no se haga
problemas, que no era nada importante, que solo venia para ver con el, los
cuartos de “La Champions ”
entre el Barza y el Bayer, e insistiendo ante la insistencia de Jorge por que
se quede, abrió la puerta y salio como un amigo que dejaba que su amigo comiera
tranquilo.
Cerrar la puerta fue toda una
herejía.
Cerrar la puerta en ese
momento, simbólicamente, fue como cerrar una etapa de su vida. Ahí se dio
cuenta que necesitaba otra cosa, que no podía seguir así y que tenia que
cambiar, sabia que debía empezar a salir de noche, que debía tener una vida
social un poco mas ajustada a la de los demás y que no podía conformarse solo
con masturbarse mirando videitos de “YouPorn”. El ya era grande, y tenía que
hacerlo con alguien más, no masturbarse, si no hacer el amor. Así que llegó a
su casa y camino a su habitación, se detuvo ante el espejo del living, se miro
y dijo: “Todo muy lindo… pero los granos, no me los saca nadie”
Adrián sabía que su trabajo no seria fácil, y
que debería “Lookearse” bastante para salir al mundo exterior.
En ese ínterin, sintió que su
padre había llegado de la fábrica y decidió bajar a hacerle unas preguntas
sobre la vida misma, sobre la realidad, el día a día, las mujeres y los
negocios, el quería hacerse grande de un momento a otro, por que sabía que había
perdido el tiempo.
-
¿Que haces Pá., como
estas? – Pregunto inocente
-
¿Que haces, que te
pasó que estás acá abajo, ya armaste todos los rompecabezas que tenias?¿Necesitas
mas juegos para la Play ?
-
No… Nada, deja,
Gracias.
Esa
timidez que había intentado sacarse de encima en las ultimas horas, el padre se
encargó de colgársela nuevamente en la espalda como un mochila con ladrillos
colorados.
Adrián estaba ofuscado, sin saber que hacer,
Fue hacia su habitación y no sabía muy bien cuales eran sus sensaciones o sus
ganas, sus pensamientos pasaban desde matar a su padre a hacerse Emo y auto
flagelarse para llamar la atención, pero sabía que eso no era lo que quería.
El timbre sonaba por primera vez en el día en
la casa de Adrián, le restó importancia y esperó a que otro atendiera la puerta,
mientras, seguía con la creación de su Blog “La adolescencia, duele”, producto
de no querer matar a su padre, ni tampoco hacerse Emo.
Pensó, que quizá, en un Blog
podría encontrar respuestas, y comentarios agradables que le ayuden en esta
etapa.
-
Adrián..!!! sos
boludo, ¿no escuchas el timbre…!!!? - Grito
su padre.
Adrián, resoplo una y otra vez bajando la
escalera para ir a atender la puerta, miró por la mirilla y pudo ver, que del
otro lado, estaba, nada mas, ni nada menos que Clara, cerró la tapa de la
mirilla, y se apoyó de espaldas a la puerta. En ese momento, sintió que un
Boeing 747 que pasaba sobre su casa, había sido atacado por una manada de
chanchos voladores que perdieron el rumbo y fueron succionados por una turbina
del avión, haciendo que este se cayera justo sobre su humanidad. No podía
entender que es lo que hacia ahí, Clara, la “amigovia” de su amigo. Su ex
compañera de clases. Aunque el sabia que con Jorge no pasaba nada, hacia unas
horas ella estuvo en su casa, y, mínimamente, estuvo delante de un Jorge con el
torso desnudo.
Otra vez, las preguntas le
invadieron el cerebro ¿Qué haría Clara ahí? ¿Querrá una pieza de un
rompecabezas? ¿Necesitara que la ayude en algo para la facultad? ¿Querrá saber
como salió el Barza? ¿Vendrá decidida a tener sexo con migo?, segundos bastaron
para que Adrián sienta al Boeing caérsele encima y que además se hiciera todas
estas preguntas, que se acabaron, cuando sintió que Clara tocaba una vez mas el
timbre de su casa. Abrió la puerta, y ahí estaba ella, Clara era una chica de
generosa delantera, diminuta cintura y piernas que parecían de un manequee,
tenia unos ojos del color de las antiguas botellas de vidrio verde, que te
hipnotizaban con solo verlos, sus labios eran los mas tentadores que alguna
vez, Adrián habría visto, y para colmo de males, una simpatía única.
Hacía unos largos meses que no se veían, y el
episodio en la casa de Jorge, había hecho que Clara tenga ganas de verlo.
-
Hola, Clara…
¿Cómo estas tanto tiempo? – Pregunto Adrián.
-
Bien, bien…
respondió Clara
Adrián, ingenuamente, intento seguir con el cuestionario bajo el
marco de la puerta de su casa, a lo que consiguió un reclamo de Clara
-
No me vas a hacer
pasar – Preguntó.
-
Si claro, perdón,
Clara... je je..!, respondió Adrián
titubeando. Pero sin dejar el humor para otro momento.
Corrió su cuerpo para un
costado, al igual que lo había hecho hace unas horas Cristina, y Clara llevo
todo ese cuerpo hacia el living, muy suelta, muy despreocupada de la situación,
como buscando, valla a saber uno que cosa. Atento, Adrián le pregunto si quería
tomar algo, Unos mates, dijo ella con gusto. El estaba en un serio problema. ¿Como
le diría a Clara que no tomaba mate y que solo tomaba Zucoa?. Decidió hacerse fuerte y
preparar, sin saber como, unos mates, Fue a la cocina que estaba pegada al
living, prendió la hornalla, lleno la pava de agua y la puso a calentar, vació
el mate de yerba que habían usado sus padres, lo lavo con agua caliente, y comenzó
a recordar momentos que compartía con su madre, mientras ella preparaba mate,
el necesitaba saber, como se hacia sin preguntarle a Clara para no pasar
vergüenza, así que volcó yerba en el mate hasta la mitad, puso la bombilla y
sobre la bombilla, azúcar. A todo esto, sintió voces en el living, desesperado,
dejo todo sobre la mesada y corrió hacia allá como si fuera en rescate de la
princesa acechada por el dragón.
Al llegar, vio a su padre
hablando con Clara, con miedo de que este le hiciera pasar vergüenza o que le
arruinara el momento, solo le salio una frase: “¿Vamos
a mi habitación?”, volvió hacia la
cocina, agarro una bandeja de plata de su madre, coloco el mate, la azucarera y
la pava sobre ella, y haciendo equilibrio, fue caminando hacia el living, Clara
saludó al padre, y atenta, le agarro la pava de la bandeja “Dame,
que tenemos que subir la escalera y se puede resbalar”,
le dijo, a lo que el padre acotó “ja!, se ve que te
conoce bien”, Los cachetes de Adrián se
volvieron rojos, los ojos, como el dos de oro, y tratando de volver todo a la
normalidad y sacando pecho ante tamaña situación respondió: “Me
conoce mucho más de lo que vos crees”.
Adrián comenzó a subir esos
escalones victorioso, le había contestado a su padre, algo, que quizá nunca
habría hecho en otra situación, pero sabia que si en esta no lo hacía, iba a
dar una mala imagen ante su vieja amiga. Al llegar al cuarto, Clara le pregunto
por sus cosas, “Hay, me muero… seguís siendo
un nene, sin saber que decir,
contesto:
-
Perdonalo a mi viejo,
pareciera que a veces quiere que la pase mal
-
No, todo bien…
quedate tranquilo, conozco a los viejos, al de los demás, menos al mío, je!
Está todo bien, igual, estuviste rápido para contestarle eh…
-
Si, por eso también
te pido perdón, se que por ahí te deje mal parada a vos, pero fue lo primero
que se me ocurrió...
-
Nene,¿podes dejar de
pedir perdón…?
-
Si, tenes razón…
perdoname… huy que idiota, ja!
La charla se iba tornando cada vez mas
suelta, por lo menos para Adrián, que era quien no estaba acostumbrado a esas
situaciones. Volcaba el agua sobre el mate y sabia que recordaría esa tarde
para el resto de su vida, era la primera vez, que cebaba mate, y, por las caras
de Clara, lo hacia muy bien.
De un momento a otro, mientras los dos
estaban sentados en el piso, Clara acerco su cara hacia la de Adrián, y como
quien no quería la cosa le dio un beso. El sabia, que ahora si, no se olvidaría
nunca más de esa tarde, no solo por que era la primera vez que cebaba un mate,
si no también, por que era la primera vez que una chica lo avanzaba y le daba un beso. Nervios,
se dejo llevar, apoyo su mano derecha sobre el piso y con la izquierda tomo el
costado derecho de la cara de Clara, eran besos muy tiernos, muy apasionados, y
cada vez, mas intensos.
Pensaba si tendría, en ese
momento, su primera vez, recordaba si tenía preservativos, y recordó, que en
una billetera vieja de su mesa de luz, había dejado tres, los mismos tres que
llevo a Bariloche por si las moscas y que obviamente, nunca uso. Ya estaba tranquilo,
el momento, no podía arruinarse por nada del mundo. Iba a ser ese día, a esa
hora y en ese lugar, iba a recordar ese día por cosas mucho mas importantes que
una cebada de mate o la avanzada de un chica, iba a recordar ese 12 de mayo,
como el día que debuto, el día que tuvo su primera relación sexual y se sentía
orgulloso de no pagar por eso.
Se dejaba llevar por la
situación, de besos intensos pasaron a manotazos de ahogado con destino
incierto, ella, tomo la iniciativa y con sus dos manos, tomo los costados de la
remera de Adrián a la altura de su cintura y levantándola, obligo a que este
levantara los brazos para que la remera salga de su cuerpo, ya con el torso
desnudo, ella comenzó a bajar su cabeza, a darle besos en el cuello y en los
hombros, el, mientras tanto, parecía un hincha de un club chico, festejando en
el campo de juego donde se había jugado la final de la libertadores, que su
equipo había ganado, tenia el rostro sonriente pero sin sonrisa, quería
disfrutar de lo que vivía, pero no mostrar demasiado, mientras tanto, ella
llego al cinturón, el, acarreado por la lujuria y el placer, tiró su cuerpo
hacia atrás y lo apoyo sobre la parte trasera del respaldo de la silla de la PC y coloco su antebrazo
derecho, en un balde de Rastis. A todo esto, ella desabrocho el cinturón con
sus dos manos, sin dejar de besarle la panza, a pesar de no hacer mucha
actividad física, el tenia los abdominales, visiblemente marcados, algo que a
ella la excitaba.
Comenzó a bajar lentamente el
cierre del pantalón…
-
No, para! ¿Que estoy
haciendo?- Se preguntaba Clara después
de haber interrumpido abruptamente la sesión de besos.
-
¿Que pasó, que hice?-
Pregunto asustado.
-
Nada, vos nada, vos
sos un divino, pero yo… yo
no se que hice, ni que hago acá, o sea, acá, si… esta todo bien, pero haciendo
esto, que se yo no se si dá – Confesó Clara muy
confundida
-
Claro que dá, como no
va a dar, por que no va a dar, ¿Qué pasó? ¿Qué pasa? ¿No te gusto?,¿es mi
habitación?, ¿es el boxer?
-
No… ja! Nada de eso,
es que hace unas horas estaba con Jorge, y el es tu amigo… y que se yo, y vos también
sos mi amigo, y no se si da para cagar todo por una calentura pasajera.
Adrián, además de tener ganas de
mandarla a la mierda por todo lo que estaba escuchando, tenía ganas de decirle:
¿Pasajera?
¿Por que pasajera? ¡Te aseguro que pasas el viernes que viene a visitarme y
todavía la tengo dura!; ¿Jorge?, ¿cual es la onda con Jorge?, ¿Pasa algo entre
Uds.?, por que hasta donde yo se vos no sos nada para el; ¿Amigos? ¿Somos
amigos? ¿De que amistad me hablas? Hace mas de un año que no nos vemos, ni nos
llamamos ni se nada de vos ni vos de mi, ni siquiera te tengo en Tweeter, ni en
Facebook, vos no tenes mi celu, ni yo el tuyo, no tenes mi pin, ni siquiera en
la reunión con los chicos de la secundaria te vi, ¿así que de que amigos me
hablas?
Pero nada de esto podía decirle, solo podía
pensarlo, el necesitaba sacar esta situación adelante, necesitaba remontarla,
por el mismo y por que el de abajo
estaba a punto de explotarle y no quería que sea una vez mas contra el inodoro
del baño de su habitación, así que resoplo nuevamente, cerró los ojos e intentando
convencerla dijo:
- Esta bien, como quieras, hace lo que te
parezca, que se yo, pero creo que no deberías sentirte culpable por todas esas
cosas que dijiste, al fin y al cabo estamos solos y nadie tiene por que
enterarse de esto, además somos grandes y sabemos lo que hacemos… Pero no te
hagas drama, yo te juro que te entiendo y va a estar todo bien.
Adrián
parecía muy maduro, con mucha experiencia, como si hubiera vivido un centenar
de situaciones similares. Clara se levanto del piso, le pidió perdón, y le preguntó
si lo acompañaba hasta la puerta, el,
caminando como “Gargamel” por el intenso momento, la acompaño, abrió la puerta,
Clara le dio un beso largo y con los ojos cerrados en la mejilla izquierda,
como lamentando lo sucedido, el cerro la puerta y subió corriendo a su
habitación.
Definitivamente,
Adrian, recordará ese 12 de Mayo, como el día que se masturbo 8 veces en una
hora, sin ver un video de “You Porn”.
Escrito por JmL en el mes de Mayo de 2011, publicado en Cuentopia, el 24-09-2014.
Escrito por JmL en el mes de Mayo de 2011, publicado en Cuentopia, el 24-09-2014.
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